Decir que quedé cautivado por «Parásitos» de principio a fin sería quedarse corto; su estilo de rodaje con tomas de trávelin resulta fascinante. Tras haber visto diversas películas coreanas durante el Festival de Cine Coreano de Londres, ya estaba familiarizado con los géneros usualmente empleados en dichos filmes, pero ¡«Parásitos» parecía desafiarlos a todos! «Parásitos» es cómica, aunque de una manera extravagante, también es un thriller, vuelve a unir las divisiones de clases y también cuenta un relato de familia, entre otros géneros y, por tanto, es probable que atraiga a público de todas las edades.

Ciertamente «Parásitos» merece ser visionada en el cine, para poder así apreciar todos sus matices, así como también su elegante factura cinematográfica. A modo de resumen, y para evitar destriparla, «Parásitos» cuenta la historia sobre la interacción entre las familias Park y Kim, esta última una familia de desempleados, cuyos mundos opuestos colisionan con consecuencias duraderas.

[...] Bong Joon-Ho logra despertar el interés del público con tomas brillantemente iluminadas, junto con un eficaz uso de los espacios interiores, y resulta sorprendente, tras las dos horas y doce minutos que dura el filme, darse cuenta de que la mayoría de las escenas transcurren en casa de la familia Park. Los elementos mundanos de la vida doméstica se muestran con una perspectiva intrigante, lo que demuestra el talento de Bong Joon-Ho. Es una película lenta, pero te deleitarás con su belleza e ingenio, ya que «Parásitos» convence de que opera solo a un único nivel cuando, en realidad, lo hace a muchos niveles, y describe el realismo social con empatía y patetismo.

Resulta cautivador ver a los actores; cada movimiento facial y cada acción es acentuada, incluso el mero acto de subir o bajar unas escaleras puede tener un significado oculto que la cámara se ocupa de desmenuzar. Además, el desasosiego va progresando por grados debido al uso efectivo del espacio, con extraños ángulos de cámara y condiciones atmosféricas dramáticas, lo que va incrementando dicha sensación. «Parásitos» posee una naturaleza surrealista que resulta acentuada por su banda sonora; aún más, la película adopta elementos de lo absurdo concebidos de un modo tan ingenioso que se torna verdadera magia cinematográfica. Lo aparentemente inquietante de «Parásitos» te mantendrá realmente fascinado y no te sentirás ajeno a la escuela de cine de «Twilight Zone» [N. del T.: famosa serie estadounidense de ciencia ficción y misterio, de 1959, conocida en español como «La dimensión desconocida», «Dimensión desconocida», «En los límites de la realidad» o «La quinta dimensión»].

Los actores son realmente admirables y dotan de amplitud a sus papeles, resultando simpáticos a la vez que parecen comportarse impasiblemente con suma facilidad. Cuando Ki-Woo y Ki-Jeong Kim se encontraban trabajando como profesores particulares en casa de los Park, resulta evidente que representaban la personificación de ese nivel de autoridad desenfadada y discreta que creaba un aura de misticismo con las técnicas de enseñanza tácitas, casi míticas, que empleaban. Sencillamente, los actores Park So-Dam y Choi Woo-Sik, así como Ki-Woo y Ki-Jeong, resultan fascinantes de ver en las diferentes direcciones que toma «Parásitos» y conducen sus interpretaciones a la perfección, invitando así al público a estar de su parte.

[...] «Parásitos» es una notabilísima muestra del mejor saber hacer cine y es, sencillamente, una película que debe verse, por lo que ya estoy a la espera de volver a verla en la fecha de su estreno en el Reino Unido.